A la espalda, un abismo. Por delante y a los costados, el pueblo armado acometiendo. El cuartel La Polvora, en la ciudad de Granada, ultimo reducto de la dictadura, esta al caer.
Cuando el coronel se entera de la fuga de Somoza, manda callar las ametralladoras. Los sandinistas también dejan de disparar.
Al rato se abre el porton de hierro del cuartel y aparece el coronel agitando un trapo blanco.
_ !No disparen!
El coronel atraviesa la calle.
_Quiero hablar con el comandante.
Cae el pañuelo que cubre la cara:
_ La comandante soy yo _ dice Monica Baltodano, una de las mujeres sandinistas con mando de tropa.
_? Que qué?
Por boca del coronel, macho altivo, habla la institucion militar, vencida pero digna, hombria del pantalon, honor del uniforme.
_! Yo no me rindo ante una mujer! _ Ruge el coronel.
Y se rinde.
Eduardo Galeano, Mujeres
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Um comentário:
Obrigado por me lembrares este episódio. Não é ficção. Estava lá e ela era minha comandante.
29 anos é tanto tempo, sobretudo quando um ano depois se foi expulso do país, por se defenderem eleições (que ganharíamos), tal como estava no nosso programa...
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